El nuevo ídolo pipero
Mientras los muchachos se foguean con equipillos variados en partidos intrascendentes, en los que aún así se observa el buen desempeño de Varane, (¿Adelantará a canguros Albiol?), Coentrao (¿Por qué no probamos con él en el lateral derecho? ¿Por quééééé?) o Callejón, (Será ese suplente habitual que no supo o no quiso ser Pedrito Leon) y, por desgracia, no podemos ver a Sahin que es lo que a mí más me interesa, ver si es la solución a los problemas de creación estática en el centro del campo. El club va cerrando las diversas operaciones salida. Una de las que parecen más adelantadas es la de Sergio Canales. Al Valencia ni más ni menos, lo que da una idea del nivel de competencia por el título, inexistente, que se da al tercer equipo de la liga española.
La perla del cantábrico llegó en medio de la tormenta marquista, el piperío y el prensaerío se frotaban las manos, joven, guapo, español, una mezcla de Gento por orígenes y de Guti por imagen e impacto entre las jovencitas, lo tenía todo. A españolear a españolear se ha dicho, y además le gusta el furbol de toque. Qué más queriamos.
El muchacho empezó como titular pero poco tardó Mou en ver algo que nosotros no vimos por falta de minutos para mandarle, no solo al banquillo, sino al más oscuro de los ostracismos entre lesiones y reclamaciones paternas de me voy que mi hijo ha venido para ser estrella.
A mi un jugador que sale del Madrid no me vale para el Madrid, un futbolista de alto calibre lo demuestra tanto con 18 como con 27 años, aunque en el primer caso sea saliendo desde el banquillo, jugar en este club requiere además de calidad, actitud, esos cojones y mala leche tan de Raulito, que en paz deportiva fuera del Madrid tras un año descanse, Higuaín, Ramos o Di Maria y que parece ser que se le ve a Callejón, ir derrumando obstaculos desde dentro hasta el éxito.
Eso es lo que no ha tenido este jugador que creía que con venir ya lo tenía todo hecho para ser estandarte blanco para una década, por lo cual no puedo menos que considerar la operación conversión de chico guapo en figura madridista un fracaso, ahora bien vivan los fracasos como este.
Y es que si algo me fastidiaba de este club era su incapacidad para buscar jovenes perlas a las que terminar de hacer en el club, optando siempre por traerlas hechas y por tanto a un coste desorbitado.
Afortunadamente esto ya no es así, y tenemos como desde hace unos años para aqui se han ido incorporando al club jugadores muy jovenes que, o bien podían explotar siendo un éxitazo a bajo coste, o, fracasar sin suponer un palo a la economía del club.
Si en el lado de los fracasos tenemos a Canales, Pedro Leon, Gago, Garay, Granero, Drenthe... por el lado de los éxitos encontramos descubrimientos como Marcelo, Di Maria, Higuaín, Ozil y quien sabe si Varane, Coentrao y Callejón se incorporan a este último grupo.
Afortunadamente esto ya no es así, y tenemos como desde hace unos años para aqui se han ido incorporando al club jugadores muy jovenes que, o bien podían explotar siendo un éxitazo a bajo coste, o, fracasar sin suponer un palo a la economía del club.
Si en el lado de los fracasos tenemos a Canales, Pedro Leon, Gago, Garay, Granero, Drenthe... por el lado de los éxitos encontramos descubrimientos como Marcelo, Di Maria, Higuaín, Ozil y quien sabe si Varane, Coentrao y Callejón se incorporan a este último grupo.
Atrás queda la famosa época de los Zidanes y Pavones (y Mejias, y Rubenes, y raules bravos...). Hoy el madridismo vive una era de Cristianos y Marcelos, esto sí, por fin, es un modelo viable deportivo y económico. El Madrid sólo un año después de la salida de la rémora bauliana vuelve a ser lo que siempre debió ser.