Una Copa en el Bernabéu

Primera hora de la mañana, Jordi a punto de salir de casa revisa el equipaje, barretina, ok, camiseta del Barça, ok, pancarta de catalunya is not spain, ok, silbato, ok, senyera estelada, ok, butifarra, ok. Todo listo para coger el TAV, nunca el Ave, para salir al extranjero, jeje.

Pasa Zaragoza, antigua ciudad de la corona catalanoaragonesa y tras una cabezadita ya está en Madrit. También conocida en guardiolo como central lechera, situ en meseta central. Nada más salir se encuentra con Patxi, como buenos oprimidos por Madrit y el Madrit va presto a saludarle. Tras intercambiar unas palabras, en inglés, Jordi se dispone a pasar una bonita jornada en la capital del estado Español antes del partido.

Camino de la Castellana sus ojos se cruzan con los petrificados de la diosa cibeles, esta noche gane quien gane se volverán a encontrar, lo tiene decidido.

Cuando el templo blanco aparece delante de sus ojos le tiemblan las piernas de placer, van a profanar el sancta santorum madridista, es como rodar una película porno en la basilica de San Pedro. Y va a ocurrir.

Su asiento se encuentra rodeado de algunos dispersos aficionados vascos, tanto mejor y es que a la estelada le puede sumar un euskal presoak euskal herria que amablemente le regalan, todo sea en nombre de la libertad de los pueblos.

Alguien empieza a pitar, primer momento cumbre, movimiento en el palco, ¿Es el Rey? Y que más da, el jefe de las fuerzas armadas españolas, a pitar a pitar por si acaso, sea él o no. Tras un minuto de silbidos se dibuja una sonrisa en su cara, jeje. Recibe un mensaje de móvil que dice.

-Acaban de desconectar en TVE española, pita que están poniendo el himno y no te estás enterando.

Es verdad, el ruido de la pitada le había provocado una sordera temporal, inmediatamente empieza a pitar ahogando el ruido de la marcha real mientras despliega la estelada, sus ojos contemplan un precioso mosaico, medio estadio con esteladas, la otra mitad con la de los presos etarras. Espectacular.

Va a empezar el partido pero no puede evitarlo, tiene que ir al servicio y encerrarse en un retrete, su placer es tan grande que necesita aliviarse. Para él casi no ha pasado el tiempo pero para cuando vuelve su Barça ya va ganando y apenas quedan unos pocos minutos, pero tampoco va a ponerse mal por ello, él no venía a un partido de fútbol después de todo. Además le da tiempo a unirse a los cánticos.

A CIBELES, OEEEEE, A CIBELES, OEEEE, A CIBELES OEEEEE, A CIBELES OEOEOE...

FLORENTINO, FLORENTINO, FLORENTINO.

MADRIDISTA EL QUE NO BOTE, EH, EH, MADRIDISTA EL QUE NO BOTE EH EH

MADRID SE QUEMA SE QUEMA MADRID, MADRID SE QUEMA SE QUEMA MADRID

Final del partido, el borbón entrega la copa, alegria y alboroto, la copa tiene la senyera oficial, (su alegria no podía ser completa, lastima), pero entre las que sacan los jugadores si que hay alguna estelada (siempre hay errores de estos, o eso dicen), la de mali, la de argentina, la de brasil, la de fuentealbilla...

Pero después de unas fotos lo que toca es bañarse en la cibeles, está vallada pero da igual, las masas superan el escaso cerco policial que a esa hora hace huelga ante el enésimo recorte de sueldo. Se sube a la espalda de la diosa, bufanda culé al cuello, pancarta de cibeles is not madridista, otra foto en medio del baño y para casa. Antes de bajarse ve una camiseta azul a su lado, es Raúl que va a felicitarles por el triunfo y de paso subir a la diosa sin gruas de por medio.

Ha sido un gran día, Visca la Federación, Visca Florentino, VISCA EL SEÑORÍO.