Frustración

Ayer era el día, el momento de que despegase el proyecto que uniendo todas las ilusiones del madridismo por fin presentase su candidatura, adulta, madura y trabajada, dispuesta y preparada para desbancar al Barcelona del olimpo del fútbol que acapara desde hace unos ya demasiados largos años, los coincidentes con el inicio de la era baulista.

El rival venía con varias dudas y sin sus mejores hombres, o con varios de ellos muy lejos de su mejor momento físico y mental, por el contrario el Madrid se presentaba lleno de moral y confianza tras una pretemporada inmaculada presentándose ante su afición. Las ganas de agradar eran máximas, todo estaba dispuesto. La alineación nos presentó al mismo equipo que el año pasado en su versión ofensiva, Coentrao estaría en el banquillo y Sahín, el único que parecía dispuesto a ofrecer algo diferente, sigue con  su carnet de minusvalido.

La presión, el contragolpe... todo se realizó muy bien durante los treinta primeros minutos, una jugada de benzema , que minutos antes había tenido el gol en un cabezazo picado, mezcla de magia, improvisación y descontrol acabó con el gol, sutil, colocado de Ozil. La película era perfecta, el guión que esperaba buena parte del madridismo, si bien después de eso volvieron los problemas, ausencia de claridad en un último pase, un control, un disparo o un posicionamiento correcto del cuerpo para que la jugada acabase en gol.

Y en estas que un balón largo a la banda de Ramos lo controló Villa, que iba a hacer un recorte y buscar el disparo con la derecha al palo contrario se veía venir, que iba a entrar por toda la escuadra en una parabola imposible no se esperaba, primer tiro culé primer gol, en el minuto 45 un rechace, un golpe, un resbalón y de todo eso sale un uno contra uno de Messi ante Casillas, gol y calientes para el vestuario, más ocasiones, más posesión, más control del partido, derrota, aún así derrota.

En la segunda parte Ozil siguió repartiendo clases de talento ante un Benzema que como por desgracia suele ser costumbre, conseguido lo dificil con su genialidad fallaba cosas más fáciles, Cristiano acelerado aunque pasando el balón más veces de lo normal al igual que con su presión. LLegó el empate en un corner, por fin aprovechamos uno de los puntos débiles de los blaugranas, pero después del empate tras la entrada de Xavi y Pedro por un lado, y de Coentrao y Callejón por otro, el partido estando igualado perdió el control absoluto que había tenido el Madrid. Coentrao se mostró incisivo y agresivo en medio campo, sin miedo al contacto con los bajitos, Callejón desafortunado realizó varias faltas pero se ve que quiere ser jugador del Madrid. y puede ser un suplente muy útil. Higuaín entró al final pero sin tiempo para sudar y meter alguno de esos goles suyos que son la especialidad contraria de benzemá. Y así acabó todo, los penaltys, uno por un agarrón innecesario de Valdés tras un despeje penoso, y el otro de Marcelo ante un Pedro sólo ante Casillas, muestran la diferencia que al final del partido hizo ver más cerca el gol culé que blanco.

La supercopa parece perdida y ha sido una ocasión desperdiciada, la confianza y motivación dejan paso a las dudas, un buen Madrid, voluntarioso, atacante, ante su público, no ha podido ganar en el Bernabéu a un Barça lejos de su mejor versión. Mala suerte tal vez, dificil es que lleguen dos veces y metan dos goles, no obstante equipo sigue habiendo y parece funcionar aún mejor que el año pasado, las posibilidades siguen siendo máximas, los suplentes aportan soluciones desde el banquillo y el público está con estos hombres. Todo está por ganar aún pese a la sensación de frustración que debe invadirnos a todos el día de hoy.