Fúrbol español, ese hundimiento

Tenía pensado hablar sobre la clara oportunidad que nos otorga la supercopa de dar un espaldarazo moral importante al proyecto Mourinho 2.0. El Barcelona llega realmente mal al partido en comparación con la nave blanca, el partido de la selección no ha ayudado precisamente a que se mejoren los problemas, sobre todo defensivos de un equipo aún centrado en el caso cesc, con varios de sus mejores jugadores lesionados, tocados,  o fuera de forma por culpa de la copa américa y el retraso en las vacaciones y pretemporada respectiva.

Pero en estas que primero nos anunciaron los horarios del fúrgol español y después vino la noticia bomba de la probable huelga de las dos primeras jornadas de liga. Asi que lo dicho, el Madrid tiene una gran ocasión de sumar un título y comenzar la temporada a tope desde el principio.

Lo de los horarios es un desastre, partidos a las doce del mediodía antes de octubre y después de marzo juegan con la salud de los profesionales y espectadores (del campo de fútbol, si es que al final queda alguno), además de que si Madrid y Barcelona no van a jugar en ese horario, el realmente interesante para el público chino, no se a que viene tanta tontería. Si eso es malo lo del partido el Domingo a las diez y el Lunes a las nueve es un auténtico desproposito. Yo no se el resto de los mortales pero el que escribe los días de diario tiene que trabajar y levantarse antes de las siete de la mañana, asi que esos horarios desde el punto de vista del telespectador/ trabajador son realemente contraproducentes, si hablamos desde el punto de vista del aficionado de un equipo de una gran ciudad estamos echando a gente de los campos, campos que no suelen presentar en muchos casos buenas entradas y más en estos tiempos de crisis.

Y es que lo primero es crear la afición en los estadios y después va todo lo demás, que queremos jugar a horarios raros por abrir mercados me parece muy bien, el inmovilismo es peligroso, que nos los digan a los antiraulistas, pero partidos en horarios con un sol de justicia en campos techados con su aire acondicionado y en los que nadie corra riesgos de lipotimia, y si no tenemos esos estadios en España ya sabemos por donde empezar a plantear un nuevo bernabéu.

Partidos de máxima audiencia con horarios racionales, los de Champions a las 20:45 funcionan muy bien, records de audiencias y terminando a una hora aceptable para el aficionado que lo ve en directo, y para el que lo ve en su casa y al día siguiente tiene que estar a las 6:30 o 7:00 levantando el país.

Lo de la Huelga de futbolistas no es más que una consecuencia lógica del sistema burbujista futbolístico español, cuando en la tele te dicen que chorrecientos equipos en Europa se han acogido a la ley concursal y solo uno no es español, el nivel de gangrena es más que peligroso.

Los equipos se han estado financiando vía municipal y autonómica, estadios municipales cedidos casi en propiedad exclusiva, publicidad institucional del gobierno regional de turno y dineros de televisiones que pierden miles de millones con su modelo de pago por visión. Desaparecidos los dineros públicos y probablemente los televisivos no queda otra a falta de jeques, que los clubes se adapten a la realidad y si el fútbol fuera de segunda o incluso en segunda debe tener unos sueldos casi amateurs, no queda otra que aceptarlo. Y para asegurar esto no queda más remedio que equipo que no paga, equipo que desciende a categorías amateurs o desaparece. Porque la otra parte de esta película es que un club cualquiera, el Roquetas por decir uno, se adapta a la realidad económica y ofrece sueldos realistas y por tanto bajos consiguiendo formar un equipo para salvar la categoría, mientras al otro lado, el Torrelodones por decir otro, ofrece sueldos que no puede pagar a largo plazo pero que le permiten construir un equipo competitivo, si ascienden los nuevos ingresos le permiten pagar la factura, si no asciende ley concursal, no se paga a jugadores ni a nadie y aquí no pasa nada. Hay unos gilipollas en esta película y no son los del Torrelodones, ni siquiera los contribuyentes que pagan el fútbol vía impuestos.

Y es que en estos tiempos de crisis una economía como la española no se puede permitir ciertas cosas, y el fútbol, con unos fichajes, salarios... fuera de mercado, es una de ellas y un modelo de negocio que intenta exportar equipos formados con saldos, con estadios vacios, y partidos al exterior del Rayo a las doce nos lleva al abismo.